Modelo de Cuidados en Reproducción Asistida

Modelo de Cuidados en Reproducción Asistida

«Las palabras se las lleva el viento»

La humanización está de moda. En los últimos años hemos visto cómo en los servicios de salud comenzaba a destacarse el movimiento de humanización de la atención sanitaria. Como elemento más llamativo tenemos el movimiento “Humaniza la UCI, H-UCI”, si bien desde la enfermería ese lleva siendo el caballo de batalla durante décadas.
Pero esta moda tiene un problema, la escasez de contenido, es muy fácil decir que humanizamos y que cuando alguien nos pregunte “¿Qué es humanizar? ¿Cómo humanizas en tu clínica?” contestemos que humanizamos siendo amables, agradables, poniendo música ambiental; alguien que fuera un poco más allá diría incluso “siendo empático”… pero realmente ¿es eso humanizar o simplemente es no deshumanizar? ¿es eso suficiente?

Enfermeras Reproducción asistida

Humanizar desde una perspectiva profesional

Todas las personas somos, en mayor o menor medida, cuidadores, y todos los profesionales de la salud, médicos, enfermeras, embriólogos, auxiliares, cuidamos, “ponemos cuidado” en nuestras tareas, y además todos tenemos la capacidad de no deshumanizar nuestra labor. Pero hay una profesión que es la responsable del cuidado, legal y competencialmente, y esa profesión es la enfermería.
Las enfermeras somos las profesionales responsables del cuidado profesional, y somos las responsables de liderar el proceso de humanización, porque ese proceso no consiste en “ser buenos”, sino en aplicar cuidados profesionales centrados en las personas y, en el caso de la reproducción asistida, de las familias.
Pero ¿qué es una familia? Una familia, para que todos sepamos de qué estamos hablamos en este post, es aquel grupo de personas que se identifican unos a otros como importantes para sus vidas, esto incluye pareja, padres, hermanos, cuidadores, amigos, suplentes en la toma de decisiones, incluso, por qué no, grupos y comunidades.

Cuidados profesionales centrados en la familia

Cuando una persona acude a un profesional con un problema espera una respuesta profesional, si además acude a un profesional científico espera una respuesta fundamentada en la mejor evidencia disponible. Y esto no es diferente para los cuidados profesionales, las familias, cuando acuden a nosotros, no buscan “buen rollo”, buscan cuidados basados en la evidencia.
En EMBY aplicamos prácticas y métodos basados en la evidencia, no sólo en el laboratorio o en las consultas médicas, sino también en la definición de nuestro modelo de atención, que en este caso sigue las recomendaciones de la Registered nurses´association of Ontario (RNAO), que a su vez han sido adoptadas por la Unidad de investigación en cuidados de Salud del Instituto de Salud Carlos III (Investen-isciii) como referencia para nuestro ámbito.
Conocer las evidencias científicas relacionados con los cuidadoS centrados en la familia nos hace sentirnos seguros para, con total transparencia, comprometernos con un modelo de atención.

Compromiso EMBY

– Establecemos relaciones terapéuticas para construir relaciones de confianza y respeto genuinas.
– Construimos relaciones de empoderamiento con las familias, promovemos la participación activa y significativa de las mismas como colaboradores activos en sus cuidados de salud.
– Escuchamos, buscamos el conocimiento integral de las familias para comprender qué significa la salud para ellas y conocer sus preferencias de cuidado.
– Desarrollamos un plan de cuidados para que tenga sentido en el contexto de la vida de la familia.
– Nos comprometemos con las familias en la creación de un modelo participativo de toma de decisiones, respetamos el derecho de las personas a elegir las intervenciones en salud que prefiera, y para ello:

– Colaboramos en la identificación de las prioridades y objetivos relacionados con el proceso.
– Intercambiamos información constantemente para asegurar la comprensión de las opciones disponibles, una decisión no          comprendida es una decisión coaccionada.
– Respetamos a las personas como expertas que son en sí mismas y en su vida.

– Personalizamos los cuidados y servicios para garantizar que no se realizan desde la perspectiva del profesional o de la clínica.
– Incorporamos las estrategias de autocuidado de las preferencias de aprendizaje de las personas, adaptando nuestros cuidados y servicios a las mismas.
– Buscamos la retroalimentación de las familias para determinar la satisfacción en relación con el cuidado.
– Nos comprometemos en formar a los profesionales de la salud en este modelo de atención centrada en la familia, esto se materializa en la inclusión en el plan anual de formación de actividades relacionadas con el empoderamiento, comunicación y/o toma de decisiones compartida.
– Trabajamos en crear una cultura institucional que ejemplifique nuestro compromiso con los cuidados centrados en las familias, para ello:

– Demostramos nuestro liderazgo y compromiso con este enfoque de cuidados.
– Construimos ambientes de trabajo saludable para todos los trabajadores de la clínica.
– Nos comprometemos con una política de protección de la familia, que incluye el compromiso con la conciliación familiar y la defensa de la maternidad.

Referencias

  • Dancet, E. A. F., Van Empel, I. W. H., Rober, P., Nelen, W. L. D. M., Kremer, J. A. M., & D’Hooghe, T. M. (2011). Patient-centred infertility care: a qualitative study to listen to the patient’s voice. Human Reproduction, 26(4), 827-833.
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández

El afrontamiento en tratamiento de reproducción asistida

El afrontamiento en tratamientos de reproducción asistida

¿Qué es el afrontamiento?

El afrontamiento es el conjunto de estrategias psicológicas, que las personas ponemos en funcionamiento cuando nos enfrentamos a una situación adversa.
Los tratamientos de reproducción asistida son un evento vital que puede generar mucho estrés y que, frecuentemente, impide a las personas continuar con el día a día de forma normal.
El estrés y la ansiedad durante los tratamientos de reproducción son una importante fuente de sufrimiento, tanto individual como familiar. Además, diferentes estrategias de afrontamiento dentro de una misma familia pueden ser una fuente adicional de sufrimiento.

Las estrategias de afrontamiento

Ante una misma situación diferentes personas van a utilizar diferentes estrategias para afrontarla. Estas estrategias tienen que ver con las experiencias previas, el entorno social, la educación, el contexto cultural, etc. En ocasiones encontramos, incluso dentro de una misma familia, estrategias de afrontamiento opuestas. Por ejemplo, un miembro de la pareja puede sentir la necesidad de buscar ayuda fuera de la pareja, buscando consejo en grupos de apoyo, amigos o familiares, mientras que el otro prefiere mantener las preocupaciones en el círculo más íntimo. En otras ocasiones encontramos parejas en las que uno de sus miembros busca el contacto físico o sexo, mientras que la pareja lo rechaza. Estas diferencias muchas veces se malinterpretan y surgen los reproches, “no me entiendes”, “no sé porqué se lo has contado”, “no entiendo que quieras sexo ¿es que no te importa lo que sucede?”.

Valoración inicial

Es muy importante valorar al inicio de los tratamientos de reproducción asistida las habilidades y los estilos de afrontamiento de las familias que acuden a nuestras consultas. Explorar las experiencias previas y conocer si tienen recursos personales, familiares y sociales, suficientes para enfrentarse a la compleja montaña rusa emocional en que puede convertirse un tratamiento de reproducción asistida.
En el caso de que sea necesario es importante ofrecer a las personas herramientas que sean concordantes con su estilo de afrontamiento y, dentro de la pareja, exponer las diferencias que pueden surgir, normalizarlas y ayudar a encontrar actividades comunes que les ayuden a lidiar con la situación.

El diario del tratamiento

Una estrategia de afrontamiento muy utilizada es el diario del tratamiento.
Algunas personas pueden beneficiarse del análisis de la situación vivida y de plasmarlo con sus palabras en un diario.
El formato de este diario puede ser muy variado, desde el block de notas, un blog o mantener una cuenta en redes sociales en la que se relata lo vivido en el día.
En EMBY hemos diseñado un particular diario de tratamiento personalizarlo, poniendo a vuestra disposición 3 versiones, para parejas heterosexuales, parejas homosexuales y mujeres que comienzan el viaje de la maternidad sin pareja.
Para las familias que hacen tratamiento con nosotros hemos hecho diarios impresos, pero si te estás haciendo un tratamiento en otra clínica no pasa nada, puedes descargarlo sin ningún coste desde nuestra sección de atención psicológica. Esperamos que te sea útil.

Referencias

  • Saif, J., Rohail, I., & Aqeel, M. (2021). Quality of life, coping strategies, and psychological distress in women with primary and secondary infertility; a mediating model. Nature-Nurture Journal of Psychology, 1(1).
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández

Vitamina D en reproducción asistida

La importancia de la Vitamina D en los tratamientos de reproducción asistida

¿Puedo hacer algo?

Las familias en procesos de reproducción asistida a menudo manifiestan su deseo de poder contribuir de alguna forma al resultado del mismo mediante cambios en sus estilos de vida, alimentación, rutinas, estrés.
Cada persona que acude a la medicina reproductiva puede aportar un “granito de arena” para conseguir el objetivo de La Vida que esperas.
Por eso desde el equipo EMBY queremos ofreceros recomendaciones que pueden seros útiles durante el proceso. En este post hablaremos de la importancia de la vitamina D.

¿Qué es la Vitamina D?

La vitamina D es un elemento utilizado en nuestro organismo para múltiples funciones. Clásicamente se relacionaba con la mineralización ósea, pero más recientemente se ha descubierto su relación con otras funciones del organismo, entre ellas, la función reproductiva.

¿Cuáles son las formas de la Vitamina D y como las conseguimos?

Existen dos formas inactivas, la Vitamina D2 y la Vitamina D3, que nuestro hígado y riñones transforman en las formas activas el Calcidiol y el Calcitriol.
La Vitamina D3 es producida por nuestra piel gracias a la acción de los rayos UVB, aunque también podemos obtenerla en menor medida de alimentos y complejos vitamínicos. Por otro lado, la Vitamina D2 la obtenemos de los alimentos, ya que es elaborada por algunas plantas, hongos y levaduras.

¿Cómo influye la Vitamina D en la función reproductiva?

Recientes publicaciones han relacionado la Vitamina D con la función reproductiva a distintos niveles.
En la mujer, la Vitamina D influye a distintos niveles, de modo que:
• Un déficit crónico de Vitamina D3 parece estar asociado a un deterioro de la reserva ovárica.
• En las mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico, su déficit se relaciona con resistencia a la insulina y niveles anormalmente altos de la hormona AntiMülleriana, lo que dificulta la ovulación y la eficacia de la estimulación ovárica que utilizamos en las técnicas de reproducción asistida.
• En las mujeres con endometriosis, parece mejorar la clínica de dolor y previene la actividad invasiva del tejido endometriósico.
• La Vitamina D tiene un efecto modulador en la inmunotolerancia materna necesaria para la implantación embrionaria.
En el caso del varón la vitamina D influye positivamente en la formación testicular de los espermatozoides y en su capacidad de fecundación, además de en la testosterona, hormona fundamental en la función reproductiva del varón.

¿Es importante tratar los déficits de Vitamina D?

Como os hemos explicado anteriormente la Vitamina D juega un papel muy importante en muchas de las funciones del organismo y una de ellas es la función reproductiva.

¿Cuándo debe hacerse en las mujeres que desean gestar?

Antes se pensaba que aportar Vitamina D durante el embarazo era suficiente, pero recientes publicaciones han demostrado que el aporte debe ser previo al embarazo para que se consigan los efectos beneficiosos buscados con su administración, como son mejorar las tasas de embarazo y la disminución del número de abortos, y los efectos desfavorables que su déficit produce en la gestación.
En EMBY incluimos la determinación de Vitamina D, en el estudio inicial de reproducción y en la primera visita de alta resolución.

¿Qué se puede hacer para mejorar los niveles de Vitamina D en los casos que sea necesario?

Aproximadamente el 90% de la Vitamina D presente en nuestro organismo es producida en la piel gracias a la radiación solar. Por eso, es importante pasear a horas del día con luz solar, evitando las horas centrales del día con mayor radiación. Dos o tres veces a la semana durante 15 minutos será suficiente para una buena síntesis a nivel de la piel. Sin embargo, recordad, que la misma radiación que produce la Vitamina D, también causa cáncer en la piel, por eso para salir a caminar al sol es imprescindible administrarse un factor de protección solar.
El otro 10% es aportado por los alimentos, por lo que es necesario tomar alimentos ricos en Vitamina D, como pueden ser: pescados grasos (salmón, el atún, la caballa,etc), queso, la yema de huevo, leche, zumo de naranja y algunas variedades de hongos.

¿Cuándo se debe suplementar la alimentación con Vitamina D?

En las mujeres con insuficiencia de vitamina D y deseen gestar, si queremos obtener un aumento rápido de los niveles, será necesario aportar complejos vitamínicos ricos en Vitamina D.
Existe múltiples complejos de este tipo, en EMBY, después de estudiar tu caso, te recomendaremos el que mejor se adapte a tus necesidades.

  • Jueraitetibaike, K., Ding, Z., Wang, D. D., Peng, L. P., Jing, J., Chen, L., & Yao, B. (2019). The effect of vitamin D on sperm motility and the underlying mechanism. Asian journal of andrology, 21(4), 400.
  • Cyprian, F., Lefkou, E., Varoudi, K., & Girardi, G. (2019). Immunomodulatory effects of vitamin D in pregnancy and beyond. Frontiers in immunology, 10, 2739.
  • Pal, L., Zhang, H., Williams, J., Santoro, N. F., Diamond, M. P., Schlaff, W. D., & Reproductive Medicine Network. (2016). Vitamin D status relates to reproductive outcome in women with polycystic ovary syndrome: secondary analysis of a multicenter randomized controlled trial. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 101(8), 3027-3035.
  • Pacis, M. M., Fortin, C. N., Zarek, S. M., Mumford, S. L., & Segars, J. H. (2015). Vitamin D and assisted reproduction: should vitamin D be routinely screened and repleted prior to ART? A systematic review. Journal of assisted reproduction and genetics, 32(3), 323-335.
  • Jukic, A. M. Z., Steiner, A. Z., & Baird, D. D. (2015). Association between serum 25-hydroxyvitamin D and ovarian reserve in pre-menopausal women. Menopause (New York, NY), 22(3), 312.
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autora: Dra. Alicia Francos Pérez

Autoadministración de medicación con plumas precargadas

Autoadministración de medicación subcutánea en tratamientos de reproducción asistida: Plumas precargadas

Algunas de las medicaciones más frecuentes que se utilizan en los tratamientos de reproducción asistida se administran por vía subcutánea, en la ca de grasa que hay justo por debajo de la piel.
Si no tienes experiencias previas de autoadministración de medicación es posible que esta situación te parezca complicada, pero vamos a intentar demostrarte que es más fácil de lo que parece.

Cosas importantes

¿Cuál es el lugar de inyección? Las inyecciones subcutáneas se administran en la zona “periumbilical”, es decir, alrededor del ombligo. Podemos trazar una circunferencia alrededor del ombligo de 5 cm de radio, esa es la zona prohibida. A partir de ese punto, tanto a derecha como a izquierda puedes ponerte la inyección donde quieras. ¡Ah! Evita cicatrices, hematomas y lesiones.

También puede ponerse en otras zonas como la parte lateral y posterior de los brazos y la parte superior y lateral de los muslos, pero es preferible que utilices el abdomen.

¿Qué significa “subcutáneo”? Significa “debajo de la piel”, la capa que está por debajo de la piel es la capa grasa, la grasa corporal tiene muchos vasos sanguíneos, por lo que la medicación que se administra en esa zona entra en acción rápidamente.

Consejos iniciales

  1. El tratamiento solamente dura unos días, intenta organizar una pequeña agenda con la hora de administración de la medicación, si compartes esta agenda con alguien de tu confianza será más probable que se te olvide alguna dosis o te equivoques de hora.
  2. Sabemos que al final te tocará pincharte en medio de una reunión del trabajo, en una cena en casa de la familia o en un atasco, pero vamos a imaginarnos que el escenario es otro. Busca un espacio tranquilo donde puedas dedicarle 3 minutos a esta dosis de medicación, te recomendamos que te sientes en una silla o que te apoyes en un taburete, es posible que en un sillón tumbada te parezca que vás a estár más cómoda, pero te resultará más complicado autoinyectarte la medicación.
  3. Prepara todo el material necesario, planifica el número de inyecciones que vas a necesitar y prepara en una bolsita todo el material que vas a necesitar.

MATERIAL

  • Gasa o algodón
  • Clorhexidina acuosa 1% (también puede servir el alcohol, evita utilizar desinfectante que tiñen la piel como la povidona yodada)
  • Pluma precargada de medicamento
  • Aguja subcutánea
  • Tarro de plástico para desechar las agujas.

Llegó el momento

1. Saca la medicación de la nevera y prepara el material que vas a necesitar para la inyección. Colócalo en una mesa o superficie limpia. 
2. Lávate las manos
3. Selecciona el lugar donde te vas a pinchar, recuerda rotar el lugar de punción, un día derecha, otro izquierda y viceversa.
4. Impregna una gasa o pedacito de algodón con desinfectante (clorhexidina) y limpia la zona donde te vas a pinchar. Una sola pasada es suficiente, comienza en el centro de la zona y vete haciendo círculos dibujando una espiral.
5. Deja actuar al desinfectante. La clorhexidina tiene un tiempo de actuación de 3 minutos, el alcohol de 1 minuto.
6. Mientras dejas actuar al desinfectante coge la pluma de medicación y gira la rueda para seleccionar la dosis de medicación que te han prescrito.
7. Coloca una aguja nueva en el extremo de la pluma y retira el capuchón protector… ¡vamos allá!
8. Coge un pellizco de piel entre el dedo pulgar e índice de la mano que no vas a utilizar para pincharte. Es importante que el pellizco coja solamente piel, ya que lo que queremos es que en ese pellizco solamente haya piel y grasa, si el pellizco es muy amplio también tomaremos tejido de la pared muscular y, aunque no es peligroso, es más probable que te salgan hematomas.
9. Introduce la aguja de forma decidida formando un ángulo de 90 grados con la piel, justo en medio del pellizco.
10. Comienza a apretar despacio el pulsador de la pluma para intrducir la cantidad de medicación seleccionada.
11. Sin dejar de apretar el pulsador retira la aguja despacio.
12. Suelta el pellizo de piel y observa si hay signos de sangrado. No es necesario frotar la zona de punción, apretar con una gasa o poner tiritas.
13. Desenrosca la aguja con cuidado y deposítala en el tarro para agujas, cuando termines el tratamiento llévalo a la clínica para que puedan proceder a destruirlo sin riesgo.

Hemos preparado una infografía a modo de resumen para que te sirva de recordatorio y de guía durante el tratamiento.
Puedes descargarla haciendo «click» aquí.

Referencias

  • Lazo, Mónica, and Julio Cadena. «El cuidado enfermero en la administración subcutánea de enoxaparina en pacientes adultos: una revisión sistematizada.» Rev. enferm. neurol (2017): 109-124.
  • Hunter, Janet. «Subcutaneous injection technique.» Nursing Standard 22.21 (2008).
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández

Cuerpo y mente, la importancia del estrés en los tratamientos de reproducción asistida

Cuerpo y mente,
la importancia del estrés en los tratamientos
de reproducción asistida

 

Comentarios como “deberías relajarte”, “en cuanto dejes de pensar en ello llegará solo” y otros similares son el día a día de muchas familias que están buscando tener hijos. Estos comentarios bienintencionados, muchas veces, en vez de contribuir a la mejora del estado psicológico de las personas lo que hacen es generar una presión aún mayor y aumentar el estrés y la ansiedad. Pero ¿tienen realmente la ansiedad y el estrés un efecto en las posibilidades de concebir?
Esta idea se ha convertido en un tema habitual en las revistas científicas del ámbito de la medicina reproductiva, con multitud de estudios que han medido el nivel de estrés de las familias sometidas a tratamientos y su relación con la posibilidad de quedarse embarazada.

En 2012, dos estudios publicados en la revista “Fertility and Sterility”, trataron de determinar la relación entre el estrés y la fecundidad, Lynch et al (1), después de estudiar a 339 mujeres, concluyeron que el estrés, la ansiedad y la depresión no se asociaban a la fecundidad. Pasch et al (2), por su parte, concluyeron que los fallos del tratamiento generan distrés psicológico, pero que el distrés previo no predice el fallo del tratamiento. En 2017, Qu et al (3), concluyeron que existía una relación entre el estrés en las primeras fases de la gestación y la posibilidad de sufrir un aborto.

En los últimos meses se han publicado nuevos estudios sobre este tema en los que los autores llegan a conclusiones similares. Aimagambetova et al (4), realizaron diferentes pruebas de valoración psicológica a 300 mujeres y siguieron los casos para saber si éstas conseguían el objetivo de concebir o no, concluyendo que no existían diferencias en cuanto al estado psicológico entre las mujeres que lo consiguieron y las que no, si bien existía un nivel significativamente superior de estrés, ansiedad y depresión en estas mujeres frente a la población general. Geisler et al (5), concluyeron, en la misma línea que estudios anteriores, que el estrés, especialmente el relacionado con el trabajo, si bien no tiene relación con la posibilidad de concebir, si que tiene una relación importante con el riesgo de aborto.

En resumen, las familias que se encuentran en tratamientos de reproducción asistida tienen niveles de estrés, ansiedad y depresión superiores a los de la población general. La presión del entorno, las esperas o los fracasos en tratamientos anteriores, son factores que pueden contribuir a este aumento, si bien el resultado del tratamiento no se va a relacionar con este distrés psicológico sí que puede influir en la consecución de una gestación a término.

 

¿Qué podemos hacer en estos casos?

Diferentes autores han sugerido que las intervenciones cuerpo-mente pueden resultar beneficiosas para las familias. Recientemente Gaitzsch et al (6), han concluido que las intervenciones cuerpo-mente como el yoga o el mindfulness pueden ser efectivas a la hora de reducir el distrés psicológico y mejorar la salud mental de las familias que reciben tratamientos de reproducción asistida.

En EMBY ofrecemos a las familias que acuden a nuestra clínica un enfoque de atención integral que incluye la valoración del bienestar psicoemocional, el apoyo psicológico y el acompañamiento durante todo el proceso. El objeto, en definitiva, es contribuir a que las familias alcancen un estado óptimo tanto físico como mental y emocional.

También ponemos a disposición de nuestras familias nuestra red de colaboradores especialistas en terapias cuerpo-mente que contribuyen a mejorar ese aspecto de la atención que, en ocasiones, suele quedar relegado en un segundo plano.

Referencias

  1.  Lynch CD, Sundaram R, Buck Louis GM, Lum KJ, Pyper C. Are increased levels of self-reported psychosocial stress, anxiety, and depression associated with fecundity? Fertil Steril. 2012 Aug;98(2):453-8. doi: 10.1016/j.fertnstert.2012.05.018. Epub 2012 Jun 13. PMID: 22698634; PMCID: PMC4786072.
  2. Pasch LA, Gregorich SE, Katz PK, Millstein SG, Nachtigall RD, Bleil ME, Adler NE. Psychological distress and in vitro fertilization outcome. Fertil Steril. 2012 Aug;98(2):459-64. doi: 10.1016/j.fertnstert.2012.05.023. Epub 2012 Jun 13. PMID: 22698636; PMCID: PMC4781657.
  3. Qu F, Wu Y, Zhu YH, Barry J, Ding T, Baio G, Muscat R, Todd BK, Wang FF, Hardiman PJ. The association between psychological stress and miscarriage: A systematic review and meta-analysis. Sci Rep. 2017 May 11;7(1):1731. doi: 10.1038/s41598-017-01792-3. PMID: 28496110; PMCID: PMC5431920.
  4.  Aimagambetova G, Issanov A, Terzic S, Bapayeva G, Ukybassova T, et al. (2020) The effect of psychological distress on IVF outcomes: Reality or speculations?. PLOS ONE 15(12): e0242024. doi.org/10.1371/journal.pone.0242024
  5. Geisler M, Meaney S, Waterstone J, O’Donoghue K. Stress and the impact on the outcome of medically assisted reproduction. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol. 2020 May;248:187-192. doi: 10.1016/j.ejogrb.2020.03.006. Epub 2020 Mar 6. PMID: 32240891.
  6. Gaitzsch H, Benard J, Hugon-Rodin J, Benzakour L, Streuli I. The effect of mind-body interventions on psychological and pregnancy outcomes in infertile women: a systematic review. Arch Womens Ment Health. 2020 Aug;23(4):479-491. doi: 10.1007/s00737-019-01009-8. Epub 2020 Jan 2. PMID: 31897607.
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández