Equipo

Dra. Alicia Francos Pérez

Soy Médico especialista en ginecología y obstétrica, me licencié en la Universidad de Salamanca e hice el MIR en el Hospital Río Hortega de Valladolid.

Siempre he considerado que un médico es un perpetuo estudiante y eso me ha llevado a continuar mis estudios por la vía del postgrado, siendo experta en cirugía laparoscópica por la Universidad de Clermont-Ferrand, Máster en Mastología por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Reproducción Humana por la Universidad Complutense de Madrid.

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Dra. Alicia Francos Pérez

Soy Médico especialista en ginecología y obstétrica, me licencié en la Universidad de Salamanca e hice el MIR en el Hospital Río Hortega de Valladolid. Siempre he considerado que un médico es un perpetuo estudiante y eso me ha llevado a continuar mis estudios por la vía del postgrado, siendo experta en cirugía laparoscópica por la Universidad de Clermont-Ferrand, Máster en Mastología por la Universidad autónoma de Madrid y Máster en Reproducción Humana por la Universidad Complutense de Madrid.

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¿Dónde has desarrollado tu actividad profesional? ¿En qué ámbitos de tu profesión has trabajado?

Hice el MIR en el Hospital Río Hortega de Valladolid, y ya durante la residencia hice varias rotaciones en el Hospital de La Paz, en el 12 de Octubre o en el Vall de Hebrón, donde obtuve el nivel 3 de ecografía, en disciplinas punteras en estos hospitales. Aunque era muy consciente de que cuando terminara, todavía me faltaba mucho por aprender, y que para ello tenía que salir de la zona de confort que era el hospital que me había formado durante 4 años.

Por eso, decidí moverme y trabajé en diferentes hospitales. Empecé el Hospital Parc Taulí de Sabadell, un hospital con una obstetricia de altísimo nivel, no solo en cuanto a técnicas sino también en cuanto a la humanización de la asistencia al parto. Posteriormente trabajé en el Hospital Ramón y Cajal y en el Hospital Gregorio Marañón, donde pude trabajar en obstetricia de alto riesgo y en reproducción asistida. Después de ahí decidí dedicarme en exclusiva a la reproducción asistida y di el salto a la medicina privada.

¿Destacarías algún sitio o alguna experiencia en particular?

Yo siempre quise estar en un “gran” hospital, desde estudiante idolatraba los grandes hospitales de Madrid, y haber sido médico adjunto del Gregorio Marañón, que es donde tengo mi plaza, es un orgullo.

Pero también estoy muy orgullosa de mi paso por la Unidad de Reproducción Asistida del hospital Quirón de Barcelona, ya que es donde más me desarrollé como especialista en Reproducción humana. Allí, pude trabajar con técnicas diagnósticas y terapéuticas de vanguardia que todavía no estaban accesibles en la sanidad pública; y no sólo desde el punto de vista de la ciencia y la tecnología, sino también en el trato a las familias. Gracias al trabajo conjunto con sus grandes profesionales, pude desarrollar las competencias necesarias para entender que la infertilidad es un problema de salud con un gran impacto en todos los aspectos de la vida de las personas y que el abordaje tiene que ser integral y multidisciplinar.

 ¿Cómo fue tu aterrizaje en la reproducción asistida?

Fue de residente, aunque hasta unos cuantos años después no pude dedicarme a ello. En mi último año de residencia solicité una rotación de 2 meses en el Hospital 12 de Octubre, cuya Unidad de Medicina Reproductiva, es puntera en este país. Esos dos meses aprendí mucho y me hicieron enamorarme de esta especialidad. Años después tuve la suerte de que tras realizar la formación de Postgrado Universitaria en Medicina Reproductiva, me puede dedicar a ello en la la Únidad de Reproducción Asisitida del Hospital Gregorio Marañon donde aprendí mucho de lo que actualmente se.

 ¿Qué crees que puedes aportar a las familias que acudan a EMBY?

EMBY es una clínica que nace con un objetivo muy claro, ser diferentes, tratar de forma diferente a las familias, ofrecer algo diferente. 

En EMBY somos un equipo de gente que trabajamos juntos para atender a las familias de forma integral, mi papel como médico es poner a disposición de los pacientes gracias a mi bagaje profesional y personal, la mejor, y más moderna ciencia médica y el mejor arte para llevarla a cabo.

¿Destacarías algún mérito de tu carrera profesional? ¿algún mérito académico? ¿De qué estás más orgullosa?

Hay varias cosas que tengo que destacar y que además no puedo separar, ya que prácticamente vinieron juntas en una época de mi vida de mucho trabajo y esfuerzo.

Por una parte, haber obtenido dos plazas públicas en la sanidad pública madrileña, una como personal laboral y otra estatutario, en el mismo año, después de unas oposiciones muy exigentes y unos procesos selectivos muy estresantes. Mientras que estudiaba  el Máster en Reproducción Asistida de la Complutense, en el que además obtuve una mención de honor por mi expediente y el trabajo de fin de máster sobre vitrificación ovocitaria.

Y por otro lado, en esa misma época fui madre de mi primera hija lo que me ayudo a entender cada vez más a las parejas que acuden a la Reproducción Asistida, porque no pueden hacer realidad su sueño.