Propósitos para el 2023

Cada 1 de enero, o el 30 de diciembre si somos previsores, solemos hacer nuestro listado de propósitos para el nuevo año. Muchas veces estos propósitos se quedan por el camino quizá porque no son realistas o quizá porque no son realmente importantes para nosotros. Queremos dedicar esta primera entrada del embyblog de 2023 precisamente a proponeros unas ideas realistas para que se conviertan en vuestros propios propósitos de año nuevo.

Alimentación

“Somos lo que comemos” Decía Hipócrates y lo cierto es que cuanto más sabemos de nutrición más acertada es la frase. La alimentación es clave, esencial, para mantenernos sanos, es importantísimo mantener una dieta equilibrada y variada, rica en frutas y verduras, y baja en grasas. Pero tan importante como saber lo que debemos comer es saber qué debemos evitar. Si nos centramos en una alimentación dirigida a mejorar nuestra capacidad reproductiva tenemos que seguir estos principios.
  • Alimentación equilibrada, basada en la dieta mediterránea, consumir frutas y verduras en todas las comidas principales, aceite de oliva, más pescado de carne, etc.
  • Cuidar nuestro microbioma intestinal, evitando alcohol, bollería industrial y panes precocinados, consumir patata, rica en almidón que es un prebiótico excelente.
  • El control del peso también tiene que, sin ser una obsesión, un objetivo de la alimentación saludable, sabemos que la obesidad se relaciona con la abortividad, tener exceso de peso puede ser una causa de la infertilidad.
  • Actividad

    Enlaza con lo anterior. Si queremos mantener un peso adecuado además de alimentarnos correctamente necesitamos mantener un buen nivel de actividad. No es necesario caer en el tópico de apuntarnos a un gimnasio en enero, la actividad puede ser tan sencilla como salir a andar (enérgicamente) un par de días a la semana. Otra cosa importante de mantener un buen nivel de actividad es el efecto del ejercicio en nuestro estado de ánimo, la secreción de dopamina y endorfinas que se producen durante el ejercicio tiene un efecto muy potente sobre nuestro bienestar psicológico, y esto va a enlazar con el siguiente punto.

    Trabajar para disminuir mi nivel de estrés y preocupación

    Siempre estamos estresados (y lo sabes), el trabajo, la familia, las preocupaciones, siempre estamos ocupados y muchas veces sobrepasados por las circunstancias que nos rodean. Es muy fácil decir que hay que relajarse que hay que eliminar la ansiedad, incluso dar consejos que quedan muy bien en un post de Instagram o en un libro de autoayuda y que han demostrado científicamente que no sirven para nada. Lo difícil es encontrar el punto en el que se puede romper ese círculo vicioso. Existe una relación muy fuerte entre la ansiedad y la alimentación, pero también con el nivel de actividad, ¡y con el microbioma! ¿veis la relación? Es muy difícil cambiar el trabajo que nos estresa, cambiar a nuestra familia, pero pequeños cambios en la alimentación pueden conducir a cambios en el microbioma, mejorar nuestro estado de ánimo y predisponernos a hacer más ejercicio, el ejercicio nos proporcionará hormonas de la felicidad que nos evitarán tener que “pagar con la nevera” nuestra ansiedad. Además, bajaremos de peso y nos encontraremos mejor, con una mayor autoestima. Una pequeña acción “quirúrgica” en nuestro estilo de vida, un cambio en la alimentación, un aumento en el ejercicio, un pequeño cambio en algo que nos genera estrés, puede desencadenar un proceso de mejora en los otros aspectos, porque ya veis que alimentación, actividad y estrés van de la mano. Pero… ¿Dónde intervenir? Pues cada persona es diferente, algunas personas necesitan actuar en primer lugar en el ejercicio, otras en la alimentación, otras en varios puntos a la vez. Nuestro consejo es consultar con profesionales que entiendan este proceso de forma global, nutricionistas, psicólogos, entrenadores personales, pero que tengan una visión global y que entiendan que nuestro objetivo personal es mejorar en las tres facetas.

    Pensar en mi futuro reproductivo

    Los anteriores son propósitos genéricos que van a tener un gran impacto en nuestra salud, tanto en hombres como mujeres y a cualquier edad. Pero queremos añadir un propósito reflexivo que sabemos que, sino lo hace en el corto plazo, tendrá un efecto en la salud de las mujeres en el medio-largo plazo, y es dedicar un tiempo a pensar en el futuro reproductivo. No estamos diciendo que este tenga que ser el año, ni tampoco que tengas que definirte ante la pregunta de si quieres o querrás ser madre. Lo que te planteamos como un propósito para el 2023 es informarte y ser consciente de las implicaciones de la edad sobre la capacidad reproductiva, y que en el caso de que ser madre en el futuro sea para ti una opción te animes a preguntar en un centro especializado sobre la posibilidad de vitrificar óvulos y preservar la fertilidad.

    Conclusión

    Lo cierto es que la revisión de la evidencia disponible nos deja un poco perplejos y con más dudas que respuestas. Existen pruebas empíricas de que montar en bicicleta, seguramente mediado por los microimpactos y el aumento de temperatura de los testículos, empeora la calidad del semen, pero realmente estas alteraciones no tienen una repercusión en la infertilidad cuando hablamos de la población general, si bien en la población de pacientes infértiles vemos tanto varones sedentarios como varones que hacen mucha bicicleta. El mejor consejo que podemos ofrecer es mantener un estilo de vida activo, tener una buena alimentación y hacer ejercicio moderado. Mientras estamos buscando embarazo es necesario moderar las horas que pasamos sentados en la bicicleta, evitar las rutas que puedan generar impactos en la zona genital y utilizar sillines ergonómicos (prostáticos).
    Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

    Autora: Dra. Alicia Francos Pérez