Contar o no Contar… ¿Es esa realmente la cuestión?
Contar los orígenes en reproducción asistida
Utilizar gametos donados en las técnicas de reproducción asistida, para conseguir embarazos que de otra forma serían inviables, es una opción cada vez más extendida y normalizada en la sociedad.
Esta extensión de la técnica nos plantea nuevos interrogantes éticos y sociales, uno de ellos es la cuestión de revelar a los hijos sus orígenes genéticos. Sobre este tema trata este nuevo post.
¿revelar o no? ¿Existe consenso?
Como madres y padres podemos tener el debate más o menos claro acerca de la conveniencia o no acerca de revelar al niño sus orígenes genéticos, bien sean procedentes de donante masculino, femenino o ambos, posicionándonos a favor de hacerlo; pero más allá del contarlo o no también nos surgen dudas acerca de la edad idónea para hablarle a nuestro peque acerca de ello, así como de la mejor manera de hacerlo. A este respecto el asesoramiento psicológico desde las clínicas de fertilidad cobra vital importancia. Sería necesario en el momento de ser candidatos a un programa de donación de gametos recibir información acerca del llamado “día después”, y hacer especial incidencia en cómo, quién y porqué se da la información.
El saber acerca de nuestros orígenes influye en cómo se conforma nuestra identidad. En la mayoría de las personas este conocimiento es inherente y pasa casi desapercibido. Pero en caso de hijos concebidos a través de Donación, este saber “desde siempre” puede no darse o estar algo confundido.
Construyendo la identidad
La identidad se conforma desde la infancia, siendo hacia los tres años el momento en que los niños empiezan a ser consciente de ella, de la imagen de sí mismos y de los demás. Suele ser el momento, por ejemplo, en que aparece la identidad sexual y empiezan a preguntarse por sus orígenes con preguntas del tipo ¿cómo he llegado yo a la barriga?, ¿dónde estaba yo antes de nacer?, etc.
En los últimos años parece existir un consenso científico en el campo de la reproducción asistida en cuanto a que el mejor momento para la revelación de los orígenes genéticos es de los 5 a los 8 años. Se prioriza esta edad por ser el momento en que empiezan a preguntar y a su vez se les puede ir respondiendo en función de su comprensión madurativa.
Algunas personas prefieren esperar entre los 8 y 10 años ya que es entonces cuando se adquiere la capacidad para diferenciar y entender lo que es una información que pertenece al ámbito familiar privado de lo que no lo es, y, por tanto, mantenerlo en el núcleo familiar. Esta estrategia se denomina “Revelación en el Momento Adecuado”, o en términos anglosajones right-time, finaliza como máximo antes de la adolescencia.
La revelación abierta
La Revelación Abierta, o en términos anglosajones seed-planting, es la estrategia que se basa en confiar en que el niño debe saber desde siempre la información sobre su concepción. La concepción mediante donación se presenta de una forma natural dentro de las actividades cotidianas y pretende prevenir una ruptura en las relaciones familiares.
Existen un montón de libros ilustrados que nos pueden ayudar a explicar nuestras características como Familia provenientes de Reproducción Asistida. Desde el Servicio de Psicología de Emby hemos hecho una selección de ellos para que los eches un vistazo.