La burbuja de las inyecciones subcutáneas

Los tratamientos de reproducción asistida son de los pocos tratamientos agudos en los que el régimen terapéutico es totalmente controlado por los propios pacientes.
Para que las familias puedan manejar adecuadamente la medicación que necesitan durante los tratamientos es fundamental el papel de las enfermeras de reproducción asistida, no solo en la educación sobre el autocuidado, sino en identificar los puntos conflictivos, errores más comunes y dificultades.

Uno de los problemas más frecuentes aparece cuando nos encontramos un burbuja en las jeringas de medicación precargadas ¿qué tenemos que hacer?

¿Tenemos evidencia científica sobre cómo administrar medicación subcutánea?

No disponemos de una gran evidencia en relación con cómo debe ser la administración de medicación subcutánea, casi toda proviene de revisiones y pequeños estudios, así como de las guías de recomendaciones y de expertos. Sin contar con que, la mayor parte de las veces, estas cuestiones que parecen accesorias o poco relevantes, disponemos de pocos estudios recientes.
Las enfermeras somos los profesionales que más activamente hemos estudiado estas cuestiones, si bien no somos las más consultadas por los que elaboran los materiales didácticos de las casas comerciales.

¿Es recomendable purgar el aire que contienen las jeringas precargadas?

    Las jeringas precargadas, tal y como consta en la AEMPS, son productos listos para su empleo, y no deben purgarse.
    Sabemos que se puede utilizar con seguridad en el tejido muscular y subcutáneo aire, y así se hace en multitud de pruebas diagnósticas, por lo que es lógico pensar que administrar una burbuja de aire es totalmente seguro y no va a generar efectos secundarios.
    También sabemos que la administración de una burbuja de aire después de la medicación ofrece las siguientes ventajas: Evita la pérdida de medicación, favorece el sellado, evita que la medicación quede en capas más superficiales.
    Eso sí, la burbuja debe estar en la zona más cercana al émbolo, para entrar en el cuerpo después de la medicación.

¿Cómo sería la técnica entonces?

  • Lavado de manos con jabón
  • Preparar todo el material
  • Sacar la jeringa del envase (si está refrigerada dejarla atemperar 10 minutos)
  • Elegir la zona de punción (recordar rotar el sitio de inyección) y desinfectar la zona con alcohol o clorhexidina.
  • Pellizcar la zona con el pulgar y el índice para levantar el tejido subcutáneo del músculo
  • Asegurarse de que la burbuja está en la zona del émbolo
  • Pinchar en un ángulo de 45-90 grados, depende del peso de cada paciente, la enfermera te recomendará el ángulo más adecuado para ti.
  • No es necesario aspirar para comprobar la posición de la aguja.
  • Administrar el contenido completo, hacerlo lentamente pero sin parar.
  • Sacar la aguja inmediatamente, se puede utilizar una gasa o algodón para limpiar el pequeño sangrado capilar que puede producirse.
  • Soltar el pliegue en cuanto salga la aguja.
  • No es necesario apretar o masajear la zona.
  • Referencias

    • Banco de Preguntas Preevid. ¿Es recomendable purgar el aire que contienen las jeringas precargadas? Murciasalud, 2018. Disponible en http://www.murciasalud.es/preevid/22424
    • Lazo, Mónica, and Julio Cadena. «El cuidado enfermero en la administración subcutánea de enoxaparina en pacientes adultos: una revisión sistematizada.» Rev. enferm. neurol (2017): 109-124.
    • Hunter, Janet. «Subcutaneous injection technique.» Nursing Standard 22.21 (2008).
    Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

    Autor: Miguel García Fernández