En la salud y en la infertilidad

“A mi no me pasa nada”, “nos han hecho pruebas y estamos bien”. Estas son frases muy habituales en la primera visita en una consulta de medicina reproductiva. Pero cuando una familia, tras meses o incluso años buscando una gestación, se coloca frente a un médico especialista en reproducción humana, lo más habitual es que haya uno o varios problemas de salud que están impidiendo o dificultando que este sueño se cumpla.
En este post vamos a hablar de salud y de enfermedad, y de cómo estos conceptos afloran durante el descubrimiento de la infertilidad.

¿Cómo define la OMS la salud?

“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esta cita la encontramos en el Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los representantes de 61, y que entró en vigor el 7 de abril de 1948. La definición no ha sido modificada desde 1948 y es la que todos los profesionales de la salud hemos aprendido en nuestros respectivos estudios universitarios.

¿Cómo define la OMS la infertilidad?

La infertilidad es un problema de salud mundial que afecta a millones de personas en edad de procrear en todo el mundo. Los datos disponibles indican que entre 48 millones de parejas y 186 millones de personas tienen infertilidad en todo el mundo.
La infertilidad primaria es la incapacidad de lograr un embarazo, mientras que la infertilidad secundaria se refiere a no poder conseguir un embarazo después de una concepción previa. La Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS proporciona más información sobre las numerosas causas primarias y secundarias de la infertilidad tanto en mujeres como en hombres.
La infertilidad puede deberse a factores masculinos, femeninos, a una combinación de ambos o ser idiopática. En todo caso, tanto en las mujeres como en los hombres, los factores ambientales y de estilo de vida —como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la exposición a los contaminantes ambientales— se han asociado con menores tasas de fecundidad.

No solo ausencia de enfermedad

La definición de salud que nos da la OMS nos indica claramente que la salud no es solo cosa de enfermedades. Esta es una cuestión que es difícil transmitir a las familias en esos primeros contactos que mantenemos.
“Si yo no tengo ningún problema, ¿porqué acudir a un servicio de medicina reproductiva? ¡yo no estoy enferma!” Pues la respuesta es sencilla. Los profesionales de la salud que prestamos nuestros servicios en las unidades de medicina reproductiva, ginecólogos, enfermeras, psicólogos, embriólogos, etc, tenemos como misión cuidar de la salud de las personas, no solo tratar enfermedades.
Cuidar de la salud implica diagnosticar los problemas de salud y/o enfermedades (en ocasiones son la causa de la infertilidad), indicar y proporcionar los cuidados necesarios para la prevención, mantenimiento y tratamientos de los problemas y, cuando todo lo demás falla, proporcionar alivio, acompañamiento, apoyo y orientación para el afrontamiento de la situación.

El afrontamiento del problema de salud

“Llegamos sanos a la clínica, y salimos enfermos”. Esta frase también la hemos escuchado muchas veces. Y es la que nos motiva a escribir estas líneas.
Descubrir que se padece una enfermedad o que se tiene un problema de salud es una situación de pérdida, y esto es lo que viven muchas familias que vienen a vernos, el descubrimiento de la infertilidad.
La respuesta humana a la pérdida es el duelo, y el proceso por el que integramos esa pérdida en nuestra vida y seguimos hacia delante, es el afrontamiento.
La infertilidad no es un problema de salud cualquiera, es trascendental, ya que implica el miedo a no poder tener hijos. Los tratamientos de reproducción asistida no son fáciles, pueden ser un reto físico, emocional, económico, familiar, por ese motivo es importante afrontar el problema desde el primer momento.

Preparación de la primera visita en un centro de medicina reproductiva

En muchos foros, en las redes sociales, en los chats de pacientes, se explica cómo preparar esa primera visita, qué preguntas hacer, qué aspectos se deben tener en cuenta para elegir, etc.
Todas estas indicaciones están bien, y son totalmente acertadas, pero a nosotros nos gustaría añadir alguna cosa a esa preparación, y es cómo debes prepararte para esa primera visita con nosotros.

  • Si llevas meses intentando lograr una gestación y no ha sido posible entonces tienes un problema de salud, la infertilidad.
  • La infertilidad te está sucediendo a ti, no está sucediendo por ti.
  • Tener un problema de salud no es algo que te haga peor persona, menos mujer, no cuestiona tu virilidad, simplemente lo tienes.
  • En general, para afrontar un problema de salud, es bueno disponer de apoyo de los nuestros, pareja, familia, amigos, etc. Es bueno acudir a la primera visita con tu pareja, con un familiar cercano o alguien de confianza, que te ayude a procesar toda la información.
  • La infertilidad, como cualquier problema de salud, precisa de la atención y el soporte de profesionales de la salud. Evita ponerte en manos de personas no cualificadas y autorizadas para el ejercicio de profesiones de la salud, ponte en manos de profesionales, confía en nosotros.

Referencias

  • Dancet, E. A. F., Van Empel, I. W. H., Rober, P., Nelen, W. L. D. M., Kremer, J. A. M., & D’Hooghe, T. M. (2011). Patient-centred infertility care: a qualitative study to listen to the patient’s voice. Human Reproduction, 26(4), 827-833.
  • Saif, J., Rohail, I., & Aqeel, M. (2021). Quality of life, coping strategies, and psychological distress in women with primary and secondary infertility; a mediating model. Nature-Nurture Journal of Psychology, 1(1).
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández