Betaespera, o qué esperar cuando estás esperando

La betaespera es el nombre que recibe comúnmente el periodo que pasa entre una inseminación artificial, o una transferencia de embriones, y el momento en el que se puede realizar una prueba de embarazo; muchas mujeres manifiestan que la betaespera fue uno de los momentos más angustiosos y de mayor estrés de todo el tratamiento de reproducción asistida. Con este post queremos daros unas pautas que os podrán ayudar a vivir, ese momento tan intenso de una forma lo más saludable posible.

Betaespera-equilibrio

En primer lugar… ¿qué es «la beta»?

Cuando hablamos de “beta” nos referimos a la fracción beta de la gonadotropina coriónica humana (hCG), una glicoproteína que es secretada por las células del trofoblasto del embrión, desde los primeros momentos de la implantación.
Es un excelente marcador del embarazo, ya que aumenta rápidamente desde la implantación, duplicando su valor cada 48-72 horas en las primeras semanas de gestación.
La beta tiene como función estimular al cuerpo lúteo, para evitar su desaparición, haciendo que éste siga fabricando progesterona, hormona imprescindible para la gestación. Alrededor del tercer mes de gestación es la placenta la que proporciona la progesterona, por lo que la beta deja de tener importancia y disminuye sus niveles.
¡Ah! La beta también es la responsable de las nauseas durante el primer trimestre.
En las clínicas de reproducción asistida medimos la b-hCG alrededor de 10-12 días después de la transferencia o inseminación. Esta prueba requiere una extracción de sangre y se obtienen los resultados en menos de una hora.

De donde vengo, a donde voy

Tenemos que tener en cuenta el momento en el que se desarrolla la betaespera en relación al tratamiento de fertilidad. Generalmente la betaespera viene precedida de una fase del tratamiento muy física; la estimulación, con medicación inyectada a diario, pasar por el quirófano para la punción folicular, los 5 días de reportes sobre el estado de los embriones, la toma de decisiones sobre qué embrión transferir, y finalmente la transferencia.
De alguna forma podríamos decir que hemos hecho una maratón de montaña, con subidas y bajadas, con tramos complicadísimos y, de repente, nos quedamos quietos, esperamos a ver que pasa, mientras que la inercia del tratamiento nos empuja a seguir haciendo.
Por otra parte, desde las clínicas, es un momento de cierto abandono, o al menos así pueden sentirse las familias, ya que durante las semanas anteriores nos hemos visto casi a diario, hemos hablado por teléfono, respondido dudas… y ¿ahora qué? Pues desde las clínicas también esperamos que pasen esos 10 días para poder saber qué ha sucedido.

Emociones en una balanza

La betaespera es un periodo en el que tenemos que mantener un equilibrio emocional, porque tras la misma llega una encrucijada, el positivo o el negativo. Todos los tratamientos de reproducción asistida tienen un porcentaje de efectividad, por lo que en ese porcentaje funcionarán, pero en el otro fracasarán.
Por ese motivo la betaespera debe ser un momento de preparación, tanto para lo bueno como para lo malo. Hablamos de equilibrio porque no consiste en anticipar un resultado negativo y prepararnos emocionalmente para el golpe, pero tampoco consiste en vivir en una euforia descontrolada o hacernos ilusiones que en el caso de no cumplirse nuestro deseo nos llevarán a sufrir un gran daño.

Betaespera

1. Continúa en la ola.

Habíamos dicho que la betaespera nos sitúa en una parada total de máquinas después de un periodo muy intenso y físico del tratamiento. Intenta que esta parada no sea total, mantén alguna de las rutinas que habías instaurado durante la estimulación folicular, busca darle continuidad al proceso de tal forma que la betaespera sea una continuación de las fases anteriores.

2. Trabaja

Durante la fase de estimulación la mujer tiene una gran responsabilidad sobre el tratamiento, de que ella maneje adecuadamente el régimen terapéutico depende que la estimulación vaya bien, hay un objetivo y una motivación para trabajar. En esta fase tenemos que conseguir esa misma sensación de empoderamiento sobre el proceso. Pequeñas responsabilidades pueden situarnos en una posición proactiva en la betaespera, por ejemplo. Cuidar la alimentación, mantén una dieta equilibrada y rica en antioxidantes, de la misma forma que la mantuviste anteriormente, todavía no hemos llegado a la meta. Haz ejercicio, siempre se recomienda reposo relativo la tarde tras la transferencia, pero pasado ese tiempo podemos mantener una vida activa normal, no renuncies a actividades recreativas y al ejercicio al aire libre, camina al menos media hora al día.

3. Mens sana

En EMBY recomendamos utilizar un diario de tratamiento para anotar lo que sentimos y experimentamos durante el mismo, pero también para hacernos conscientes de las cosas que podemos controlar, nuestras responsabilidades, y de aquellas que escapan a nuestro control. Hacernos conscientes de esto nos ayuda a identificar oportunidades, para trabajar en pos de nuestro objetivo, y estresores, que nos hacen sufrir. Debemos tener como objetivo volcarnos en las cosas que dependen de nosotras y controlamos, e intentar dejar en un segundo plano aquello que no podemos controlar.

4. No ser negativas… bueno, solo un poco

Tenemos que tener en cuenta en todo momento que un resultado negativo es una posibilidad, y prepararnos para ella. Podemos entender un resultado negativo como una pérdida, la pérdida de una esperanza, de una ilusión, y después de una pérdida llega el duelo, el periodo en el que afrontamos esa pérdida. Las estrategias y medidas que adoptamos para gestionar una pérdida son el afrontamiento. Cada persona tiene un estilo de afrontamiento diferente, que depende de las pérdidas previas, de su bagaje personal, etc. En EMBY le damos mucha importancia y por eso incluimos la valoración del mismo en las pruebas psicológicas iniciales que os ofrecemos. Las mismas estrategias de afrontamiento que podemos utilizar para afrontar el negativo nos pueden ayudar a prepararnos para esa posibilidad. En función de tu estilo de afrontamiento te podemos sugerir actividades y estrategias personalizadas para ti.

5. Ilusiónate

Porque al fin y al cabo… ¿para qué hacemos todo esto? Por una ilusión, por que queremos una nueva vida. Nadie dijo que fuera fácil, y además ¿quién sino tú puede superar la betaespera?

Referencias

  • Boivin, J., & Takefman, J. E. (1995). Stress level across stages of in vitro fertilization in subsequently pregnant and nonpregnant women. Fertility and sterility, 64(4), 802-810.
  • Salvatori, P., Andrei, F., Cipriani, L., Damiano, G., Dirodi, M., Labriola, F. S., … & Porcu, E. (2021). Effects os psychological support on coping strategies and quality os life in infertil couples. Fertility and Sterility, 116(3), e361.
Doctora Alicia Francos Perez ginecóloga reproducción asistida fertilidad Asturias

Autor: Miguel García Fernández